martes, 26 de mayo de 2009

Educación tecnológica: ¿estamos errando el camino?

En esta oportunidad me voy a tomar estas líneas para hacer un análisis a modo personal de la educación de nivel medio y la tecnología, un aspecto en el que hay cuestiones que creo que deberían ser, al menos, revisadas.

La educación es un tema que genera grandes controversias, por dos factores: primero porque es uno de los pilares fundamentales para el sostenimiento de cualquier sociedad. “Con la democracia se come, se cura y se educa“, decía el difunto Raúl Alfonsín. Segundo, la educación es uno de los grandes generadores de empleo a nivel nacional, y todos tenemos, al menos, una tía que es docente; por lo que de docencia, como de fútbol, todos hablamos como eruditos.

Para evitar entonces malos entendidos, pongamos el eje de discusión en contexto: voy a dedicarme a la formación tecnológica en escuelas públicas, en el interior del país.

Hace un par de días nos enteramos de la noticia del lanzamiento de los programas “Acceso Tecnológico Educativo” y “DreamSpark“, impulsados por Microsoft para achicar la brecha digital. Nada nuevo bajo el sol, ya que Microsoft desde hace años, en conjunto con Intel, vienen haciendo acuerdos con el Ministerio de Educación para formar a docentes en la implementación de la informática.
Casualmente, por estos días, el Presidente español, Rodrigo Zapatero, anunció la iniciativa “Escuela 2.0” que, entre otras medidas, promueve la dotación de pizarrones digitales y conexión a Internet para las escuelas, además del reparto de una computadora portátil de bajo costo a estudiantes de nivel primario y secundario. Hasta aquí todo fantástico, salvo por el detalle que los rumores hablan de un acuerdo con Microsoft para que éstas estén provistas de software de la empresa.

De paso por España, Richard Stallman, gurú del software libre, aprovechó para dar su sentencia tajante contra de este tipo de iniciativas. “Regalar computadoras con Windows a los niños supone vender el futuro del país a Microsoft“, lanzó Stallman como primera frase, a lo que agregó “¿Por qué quiere regalar Microsoft copias casi gratuitas (de Windows) a escuelas y niños? Es como regalar drogas. La primera dosis es gratis pero, después de ser dependiente, tienes que pagar“.

Respecto a las declaraciones de Stallman, desde hace años los docentes reciben la mayoría de su capacitación basada en Windows, algo que por supuesto se viene trasladando a los alumnos. Leyendo el excelente artículo de Facundo Arena sobre su caso de evangelización de Linux pensé: “¡Claro! ¿Cómo no se van a mostrar reacios a Linux, si desde que tocaron por primera vez una computadora, quizás en la escuela, lo único que vieron fue el botón Inicio y sus programas?“.

La única iniciativa de la que fui testigo para insertar Linux en las escuelas fue cuando el gobierno mandó una gran dotación de computadoras IBM Thinkcentre, provistas de un arranque dual Windows-Linux. También fui testigo de directoras que no sabían de qué se trataba “eso de Linux” que le habían puesto a las computadoras. O sea, los equipos estaban, pero faltaba un pequeño detalle: la capacitación.

Al respecto aclaro que mi postura no es anti-Windows. De hecho, me parece fundamental que el Ministerio de Educación haga acuerdos con Microsoft para que el alumno tenga un acceso cada vez más fácil a sus productos, indiscutiblemente los más utilizados a nivel mundial. Pero también creo que ese mismo Ministerio debería capacitar a sus docentes para que, a la par, sean capaces de mostrarles a los alumnos que hay una alternativa gratuita para usar su computadora, y por la cual no deberán pagar cientos de dólares (o ustedes piensan que Microsoft se seguirá haciendo el tonto con la piratería para siempre, y no llegará el momento en el que sí o sí deberemos pagar para usar su sistema?).
Con iniciativas como éstas, no sólo habremos formado a alumnos en el conocimiento del manejo de la computadora (casi tan importante como saber leer y escribir), sino también con la libertad de elegir bajo qué sistema llevar adelante su vida digital.

Otro punto para cuestionar es la Ley Nacional de Educación, que ni antes ni ahora parecen terminar de amoldarse a la realidad informática. Antes de la nueva ley, las escuelas de nivel medio contaban con espacios opcionales donde la informática se dictaba a modo de taller. Ahora, esos espacios están enmarcados bajo una materia denominada “Juventud, Participación y Ciudadanía“, con una clara tendencia humanística, lo cual está perfecto. Pero, ¿dónde dictamos informática? Desde el gobierno nacional hay una “bajada de línea” para que informática deje de darse como una materia específica, y se convierta en un complemento de todas las demás materias: geografía, matemática, historia, formación ética y ciudadana, etc.
¡Fantástico! Pero, ¿cómo hacemos para que las profesoras de estas materias inserten efectivamente la informática en el aula, si la mayoría desconoce cómo crear y administrar un blog, o no sabe lo que es un foro, o ni siquiera saben cómo moderar un grupo de mail?

No confundamos, una mayor inserción de la computadora en las casas y en las escuelas, no nos garantizan usuarios capaces de aprovechar al máximo las bondades de esta era digital. Como decía en mi post anterior, una manada de expertos en Facebook, Fotolog y Chat no es una sociedad informatizada. Creo que el camino va por otro lado. ¿No les parece?

Fuente: Tecnocrónicas

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