domingo, 1 de febrero de 2009

Dudan sobre el tiempo que llevará implementar el boleto electrónico

Los empresarios creen que es difícil hacerlo en 90 días, como dijo el Gobierno.

El miércoles por la mañana la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciará en Olivos el plan del Gobierno nacional para desarrollar una tarjeta electrónica que le permita a los usuarios de los medios de transporte masivos dejar de penar para conseguir monedas. Se trata de una tarjeta que podrá ser usada indistintamente para pagar los boletos de colectivos, subtes, trenes y el Premetro. Y aunque la puesta en marcha llega con al menos dos décadas de retraso -que es cuando comenzaron a usarse estos sistemas en otras ciudades- al menos aliviará a los millones de usuarios que diariamente viajan en el área Metropolitana.

En declaraciones radiales el secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, se adelantó a la Presidenta y dejó conocer algunos detalles del proyecto y aseguró que la implementación de las tarjetas electrónicas demandaría tres meses. "Las autoridades del Banco de la Nación manifestaron que técnicamente no hay inconvenientes para la puesta en marcha del sistema y que en 90 días podría estar en funcionamiento", argumentó. Es que la Secretaría será la encargada de delinear las necesidades que tendrá que satisfacer el proyecto, pero el Banco de la Nación tendrá a su cargo el desarrollo del sistema y la implementación del clearing. Las medidas habían sido adelantadas por Clarín en su edición del 14 de enero.

Pero algunos empresarios del sector dudaron de que las tarjetas se puedan comenzar a usar tan rápido. "El sistema y la cobertura tienen una magnitud espectacular. Si bien es verdad que funciona en otros lugares del mundo, se trata de un programa integrado que aún no ha sido implementado en Argentina, con todas las particularidades que eso supone", opinó José Troilo, presidente de la Asociación Civil Transporte Público. La Asociación venía trabajando junto a tres cámaras de empresarios del autotransporte en una propuesta para desarrollar una alternativa a las máquina de monedas. "Asesorado por los técnicos con los que trabajamos, opino que posiblemente en 90 días puedan comenzar las pruebas del sistema, pero el uso extendido llegará en al menos seis meses más", le dijo a Clarín Troilo.

Entre los empresarios del autotransporte, la implementación de este tipo de sistema fue rechazada por los costos que significaba su puesta en funcionamiento. En los 90, cuando la inseguridad obligó a cambiar el método de venta de los boletos -los choferes dejaron de cobrarlos y se instalaron las máquinas expendedoras con monedas que aún siguen funcionando-, el costo finalmente lo soportó el usuario con un aumento de la tarifa. Ahora, con el compromiso del Gobierno de asumir los costos, las empresas no tendrían excusas para hacer los cambios. Ricardo Jaime estimó que habría que colocar unas 17.000 máquinas validadoras -sobre las que se apoyan las tarjetas para descontar el precio del boleto- repartidas entre los colectivos (se estima que hay alrededor de 13.000 que circulan en Capital y Gran Buenos Aires) y las estaciones y terminales de trenes, subtes y el Premetro. Cada máquina tendría un costo de 4.000 dólares. Y las tarjetas, que tendrían incorporado un chip, costarían alrededor de U$S 1,50 cada una. En principio está previsto que se repartan, gratuitamente, unos 4 millones de "plásticos" entre los usuarios del transporte público.

Otra duda que genera la implementación del sistema está relacionado con el clearing. El titular de una cámara empresaria, que prefirió opinar en off the record, le dijo a este diario que "la acreditación del dinero tiene que ser inmediata. Con la tecnología on line que se maneja hoy no debería haber problemas. Ahora, si el Gobierno se toma un día o más para acreditar el dinero, entonces entendemos que se apunta a un manejo financiero de los fondos de las empresas. Creemos que son puntos que hay que informar con claridad".

Poco a poco la escasez de monedas se transformó en un tema central para los usuarios de transporte. En su edición de ayer Clarín denunció que en el mercado negro ya se cobra un 15% de comisión por las monedas. Y es que la falta de monedas tiene, al menos, una explicación: en diciembre de 2001 había en circulación 9.669 millones de pesos en billetes y 547,8 millones en monedas. Hoy la cantidad de pesos en billetes creció ocho veces y la de monedas solo 2,2 veces.

Fuente: Diario Clarín

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