Hoy me desayuné, literalmente, con la noticia girada en DossierNet, de que el comercial “Gerardo” de Young & Rubicam para Movistar, fue premiado con el Lápiz de Oro Infantil elegido por un jurado de chicos de entre 8 y 12 años. Este último eligió el mejor comercial dirigido a ellos (niños) producido en 2007.
La verdad es que no se por dónde empezar. Soy de aquellos que sostienen que la publicidad (y medios de comunicación) no es la madre de todos los flagelos de la sociedad, como algunos intentan señalar de modo irresponsable. O simplemente para desligar sus responsabilidades como actores sociales de sus propias realidades. Con lo cual cuando veo este tipo de piezas me pongo a pensar en este rol formador de la publicidad en la sociedad.
Generar estereotipos de exclusión, cuya única inclusión social sea a través del consumo (del celular y su uso en este caso) me parece un poco banal, hasta agresivo y violento. Sin ser inocente, claro está, que este mecanismo se da también muy visiblemente en las zapatillas deportivas. A diario se ven personas de bajos recursos con este tipo de calzado que claramente están fuera de su alcance. Lo que junto al celular terminan siendo, a mi criterio, dos claros síntomas de una necesidad de integración. Pero nunca lo vi exacerbado publicitariamente como en este anuncio.
Creo que ahondar la puesta de etiquetas de exclusión y segregación social es un peligro que corremos como formadores de modelos sociales. Por tanto, a la hora de producir debemos ser un poco más cuidadosos.
Les dejo el comercial… y no se rían del pobre Gerardo.
Ahhh… y si saben dejarlos a difernencia del salame de Gerardo, espero sus comentarios.
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1 comentario:
Gracias por la cita.
Saludos!
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